Esta identidad visual nace del deseo de representar, de forma sencilla pero con gran carga simbólica, la esencia de una pareja y el día en que sellan su unión. Lejos de buscar artificios, el concepto se construye desde lo esencial: una letra. En este caso, la “A”, presente de forma natural y constante en los nombres de los novios, en el lugar de la ceremonia, en el espacio de celebración… Una coincidencia que no es casualidad, sino punto de partida para dar forma a una imagen con alma.
El diseño gira en torno a una “A” estilizada y vertical, de líneas limpias y proporciones equilibradas. En su interior, se integra un anillo —ícono eterno del compromiso— que completa y transforma la letra, aportándole un segundo nivel de lectura. No es solo una inicial: es una alianza visual, un nexo gráfico entre dos personas que se dan el “sí” con elegancia, intimidad y verdad.
El resultado es un símbolo versátil, atemporal y con una fuerte carga emocional. Su aplicación se adapta a múltiples soportes: invitaciones, minutas, señalética, regalos, detalles de papelería e incluso elementos digitales. La paleta de color, sobria y serena, refuerza el carácter elegante y moderno de toda la propuesta.
Esta identidad no pretende ser un mero logotipo para un día. Se concibe como un sello de autoría emocional, como una firma visual que resume lo que son, lo que los une y cómo el amor puede representarse con sencillez y profundidad.
Porque en ocasiones, una sola letra basta para contar toda una historia.